LOS KINTOS Y KINTAS DEL 75 RECUPERAN LA TRADICIÓN DEL MAYO
El Mayo/Maiatza:
Colocando el mayo, numerosos pueblos navarros dan la bienvenida a la diosa primavera. Mediante este ritual, consistente en alzar el tronco de un árbol, se pide protección para las cosechas.
Esta tradición está documentada desde el s. XVI, aunque su arraigo parece remontarse hasta, al menos, el mundo pagano de los romanos.
En la actualidad se celebra a lo largo del mes de mayo. La celebración de las fiestas mayales es una fiesta popular de orígenes ancestrales, común en muchos países de Europa donde existen variantes similares de la misma festividad.
Esta celebración primaveral generalmente se hace coincidir con el primer domingo de dicho mes y tenía antiguamente connotaciones rituales totémicas a la divinidad primaveral o de los árboles, que se han ido perdiendo con el paso de los tiempos.
En Navarra, se celebra en localidades como Iturmendi, Etxarri Aranatz, Bakaiku (Sakana); Larraona, Zudaire y Murieta (Tierra Estella) y Barillas (Ribera).
El árbol elegido (un haya o un chopo según el lugar) es cortado y pelado unos días antes por los mismos vecinos, y en cada pueblo encuentra sus particularidades. En Iturmendi, son casi 80 personas las que participan en izar el árbol, un tronco de haya de unos 19 metros de altura. En Etxarri Aranatz y Bakaiku, colocan su «maiatza» en lo alto de la Sierra de Urbasa, como hacían antiguamente los pastores para indicar que ya habían subido su rebaños a la sierra.
En Aibar / Oibar, según recoge Rosa Iziz en su libro Etnografía de Aibar, el 27 de abril de 1890 el alcalde expone en un bando que «por una costumbre mal introducida en el pueblo, se arranca un chopo para colocarlo en el atrio de la iglesia con grave perjuicio de los intereses municipales». Por lo que prohibe cortar un chopo para colocarlo en el Portegao el 30 de abril para que amaneciera plantado el 1 de mayo.
Parece que esta prohibición no tuvo mucho éxito y esta costumbre se mantuvo durante todo el siglo XX y comienzos del XXI hasta que, con la bajada de la natalidad, siendo las quintas poco numerosas, se dejó de colocar.
El chopo lo solían colocar los quintos el sábado previo a las fiestas del Santo Cristo (de esta manera, estaba colocado para el primer día de la Novena). Además de colocar el chopo, también era costumbre «decorar» con ramas de chopo el Portegao y colocar en el chopo mensajes reivindicativos, quejas o frases para alguna moza del pueblo.
Este año las kintas y kintos de 1975, dentro de sus celebraciones por sus 50 años, se han animado a poner el chopo. Reivindican que no se pierda esta tradición y quieren animar a colocarlo también el año que viene el sábado 25 de abril.
Agradecemos a Iñigo Aldunate Burguete por la reseña histórica de esta tradición y por ser uno de los impulsores en la recuperación de la misma.







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