Ermita de San Joaquín
Es una construcción del siglo XVIII cuya planta es de una nave de cuatro tramos y cabecera recta (Planta). Está cubierta por una bóveda de lunetos jalonada por fajones muy planos que apean en ménsulas muy sencillas, a cuya altura corre una imposta lisa. Su exterior es de sillarejo con puerta de medio punto con dovelas de sillar y espadaña con campana a los pies sobre la fachada.
Preside la ermita un pequeño retablo de San Joaquín de estilo barroco de la primera mitad del siglo XVII enmarcado por columnas corintias de fuste estriado y pilastras. El remate está formado por un frontón roto de volutas con pirámide central. El lienzo de San Joaquín y Santa Ana enseñando a leer a la Virgen es de la época del retablo pero muy retocado. Hay dos tallas pequeñas de San Juan Bautista y San Antonio, barrocas de estilo popular.